Todo mundo enseña técnica, ejercicios, entrenamientos, pero cuando se trata de sentimientos y sensaciones parece que no hay información.
¿Cuántas veces nos hemos metido al agua y nos inunda un sentimiento en particular?, tratamos de concentrarnos en lo que hacemos, pero pocas veces en lo que sentimos. ¿Qué pasa cuando sentimos miedo? Porque que el agua funciona como catalizador y nos presenta todo aquello que guardamos muy dentro de nuestro ser.
“No importa cual sea tu motivo de pasar un rato dentro del agua, lo importante es tomar consciencia del momento y aprender a fluir con ella”
Si traes miedo tu cuerpo pesará, tendrá mas resistencia y menos elasticidad, Entender que mientras más miedo más fácil te hundirás. Respira profundo y disipa el miedo en el agua, concéntrate en una respiración a la vez y piensa que tan ligero pude sentirse tu cuerpo, identifica la tensión que estas dejando escapar , poco a poco aprenderás a dejarla y empezaras a fluir mejor. Este principio es básico para comprender su esencia, pues es el mismo principio de la vida, el miedo no ayuda a fluir en ella. Cuando veo a una persona en el agua, puedo observar cómo fluye en su día a día. La actitud que tomas en una alberca es una muestra de la que tienes frente a los retos cotidianos.
“No importa cual sea tu meta, lo importante es saber desde qué parte de tu ser tomaste esa decisión.”
¿Del miedo? , ¿de la frustración? o ¿del valor, tranquilidad o audacia, triunfo o logro ?
Así que en este blog tal vez no distingamos en qué momento pasamos de hablar de agua y en qué momento de la vida.