Natación, yoga y meditación: comparten más de lo que te imaginas
- ivocoach
- 10 dic 2020
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 28 may 2024
Postura, respiración, elasticidad, una fuerte carga de introspección, quietud en mente, movimiento en cuerpo, son algunas de las cosas que comparten.

No importa si no sabes nadar; el simple hecho de sumergirte en el agua te hace coordinar tus movimientos con la respiración.
“Conectar con el agua es tomar consciencia del aquí y el ahora. El tiempo parece ir más despacio; los segundos se vuelven una eternidad.”
Escuchar el sonido del agua mientras te sumerges te permitirá escuchar y sentir tu respiración. Los sentidos se agudizan, sentirás intensamente la temperatura del agua en toda tu piel, tu respiración calmará poco a poco tu cuerpo mientras se aligera.
A medida que te acostumbras, tu mente acepta la experiencia de sincronizarse, de funcionar como un todo. Es un paseo contigo mismo, recorriendo el agua mientras fluyes en ella.
Cada vez que regresas a tierra, serás una persona distinta a la que entró; una versión renovada, en sintonía, con la consciencia clara de como fluir en tu día a día.
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